La búsqueda del velo perfecto

Cuando empecé con los preparativos de mi boda, tenía en mente algo muy puntual: encontrar un velo de novia. No quería perder tiempo en otras cosas porque ya había elegido mis zapatos y el vestido estaba en camino. Así que fui decidida a El Baúl de la Novia únicamente por ese accesorio.

Lo que no imaginaba era que ese día terminaría encontrando varios detalles que ahora considero imprescindibles para mi gran día.

Probando velos de novia

En la boutique me mostraron diferentes estilos de velos de novia: largos, cortos, con encaje, más minimalistas… Al probármelos, me di cuenta de que no todos transmitían lo mismo, y ahí fue cuando entendí la importancia de este accesorio. El velo no es solo un complemento, realmente transforma cómo se ve el vestido.

Después de varias pruebas, encontré el que me hacía sentir como siempre había soñado. Y justo cuando pensaba que ya estaba todo, pasó lo inesperado.

Descubriendo aretes y tocados de novia

Frente a mí había una vitrina llena de aretes y tocados de novia. Aunque no estaba en mis planes, decidí probarme un par de aretes largos y un tocado delicado. El resultado fue inmediato: el conjunto con el velo se veía espectacular.

Fue como completar un look sin darme cuenta de que lo necesitaba. Creo que esos pequeños detalles son los que terminan marcando la diferencia en las fotos y en la confianza con la que una novia se siente.

Un detalle que no esperaba: las batas personalizadas

Cuando estaba por salir, vi las batas de novia personalizadas. Siempre me habían parecido bonitas para las fotos con las damas de honor, pero no las consideraba indispensables. Sin embargo, al ver la calidad y los diseños, terminé llevándome una para mí y encargando para mis damas también.

Me di cuenta de que, más allá de lo estético, es un detalle que suma mucho a la experiencia de los preparativos.

Una experiencia que superó mis expectativas

Al final, lo que pensé que sería una compra rápida terminó siendo una de las experiencias más bonitas de mi organización de boda. Fui por un velo de novia y salí con accesorios que me ilusionan tanto como el vestido mismo. 

Creo que lo mejor de todo fue que no sentí presión en ningún momento. Cada elección se dio de manera natural, como si poco a poco estuviera armando un rompecabezas que no sabía que estaba incompleto.

Si estás organizando tu boda, te diría que vayas con la mente abierta. A veces creemos que ya tenemos todo listo, pero aparecen esos detalles inesperados que hacen que el gran día se sienta aún más especial.

- Leslie Bride by El Baúl de la Novia